Por Erwin Moreira Silva
Coordinador de Vinculación con el Medio IP – CFT
Santo Tomás Osorno

 

La provincia de Osorno, rica en recursos naturales y culturales, enfrenta importantes desafíos económicos y sociales que afectan a su juventud.

 

En este contexto, la educación superior, representada por los Institutos Profesionales (IP) y los Centros de Formación Técnica (CFT), se ha consolidado como una herramienta clave para el desarrollo personal y profesional de los jóvenes, además de ser un motor fundamental para la transformación social y económica de la región.

 

Acceder a la educación superior ofrece a muchos jóvenes la oportunidad de superar las limitaciones de su entorno y acceder a mejores oportunidades.

 

Sin embargo, las condiciones para lograrlo no son iguales para todos. A pesar de estas barreras, los IP y CFT han evolucionado para ofrecer programas actualizados, alineados con sectores estratégicos como la tecnología, la agroindustria, la salud y el emprendimiento, brindando a los jóvenes las competencias necesarias para adaptarse al entorno laboral cambiante.

 

Una de las mayores fortalezas de la educación superior en Osorno es la vinculación con la comunidad. A través de prácticas profesionales en empresas locales, los estudiantes adquieren experiencia práctica mientras contribuyen al crecimiento de sectores clave como la agricultura y la salud.

 

Esta interacción no sólo les proporciona una ventaja competitiva al ingresar al mercado laboral, sino que también fortalece la conexión con su comunidad y promueve valores de solidaridad y compromiso social.

 

Además de la formación técnica, las instituciones educativas fomentan el espíritu emprendedor, proporcionando las herramientas necesarias para que los jóvenes inicien sus propios proyectos y generen empleo. En un contexto económico que exige innovación, esta orientación es crucial para la transformación local.

 

La educación superior también impacta positivamente en el bienestar de los estudiantes, mejorando su salud mental a través de programas de apoyo psicosocial y acompañamiento académico. Estos espacios ayudan a reducir el estrés y crean un ambiente educativo más motivador.

 

A pesar de los avances, persisten desafíos como la equidad en el acceso a la educación, lo que requiere seguir evolucionando para responder a las demandas del mercado y preparar a los jóvenes para un futuro dinámico.

 

Invertir en la educación de los jóvenes de Osorno es invertir en el futuro de la región, construyendo una comunidad más fuerte, innovadora y comprometida con su gente.