A nivel
regional son 6 los programas que trabajan en la difusión y captación de
familias de acogida especializada que ofrecen un hogar transitorio a niños,
niñas y adolescentes que han sido gravemente vulnerados en sus derechos y por
medida de un tribunal deben realizar su proceso de reparación y acogimiento en un
entorno familiar, que les otorgue un espacio seguro de amor y contención.
Al respecto,
Pedro Adrians, director regional del Servicio, explicó que “un eje estratégico
de nuestro Servicio son los seis proyectos que están presentes en la región de
norte a sur, en la tarea de favorecer el acogimiento familiar y poder desde ahí,
robustecer las prácticas comunicacionales que permitan dar difusión a esta
oferta programática, pero también captar a nuevas familias y poder incorporar
de mejor forma el enfoque de género en todas nuestras intervenciones, como la
vinculación con actores claves respecto de este circuito, como por ejemplo, los
tribunales de familias. Sin duda, fueron jornadas tremendamente provechosas,
donde siempre se pueden compartir buenas experiencias, encontrar desafíos y
nudos comunes que hay que saber enfrentar de una forma colectiva ir dando una
respuesta eficaz que ante todo busque ejercer el derecho de cada niño o niña de
vivir en familia”.
Fernando Neira,
director el programa de Familias de Acogida Especializada en Castro, sostuvo
que “siempre es bueno tener una visión integral de cuál es la situación de los
niños en la región de Los Lagos y, en segundo término, convocar a todos los
programas de Familias de Acogida Especializada (FAE) en aunar criterios
específicamente como se trabaja no solamente con los niños y las familias, sino
que también como se trabaja a nivel intersectorial. Agradecer la disposición del
Servicio de cómo ha ido logrando y canalizando la necesidad y los intereses que
han tenido los programas en generar un buen servicio a la familia y a los niños,
como también incluir a los programas de diagnóstico clínico especializado, permite
ir realizando ciertos ajustes y por otra parte ir comprendiendo la metodología,
específicamente trabajando para rehabilitar nuevamente a las familias, que por
diferentes situaciones han perdido el cuidado personal de los niños”.
Luis Alberto
Lillo, jefe de la unidad de Asistencia Técnica, Monitoreo y Evaluación del
Servicio, planteó que “en el término de este año 2024, el trabajo se orientó a
desarrollar protocolos, un flujo de trabajo coordinado donde todos manejan una
línea de conocimiento preciso y acordado respecto de ciertas acciones propias
de la modalidad de intervención. Entre los desafíos 2025 se encuentran, primero
poder vincular la mesa desde su modalidad con el intersector, gestionar una
multiagencia situada en la territorialidad y a partir de, por ejemplo, el trabajo
con las curadurías (representación legal de niños, niñas y adolescentes) como
parte de unos de los nudos críticos más sensibles, en la necesidad de poder
articular el trabajo y contar con curadores desde los programas Mi Abogado y la
Niñez y Adolescencia, se defienden”.
De esta manera,
los programas FAE; el Quillay (Osorno), Calbuco, Puerto Montt, Puerto Varas,
Ancud y Castro, continuarán trabajando bajo una modalidad de articulación con
los actores vinculados a intervenir en los procesos de reparación, acompañamiento
y protección integral de los niños, niñas y adolescentes.
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