Tras una larga jornada en la Cámara de
Diputados, ayer miércoles se aprobó la admisibilidad de la acusación
constitucional contra los ministros de la Corte Suprema, Ángela Vivanco y
Sergio Muñoz, con una votación de 95 a favor, 25 en contra y 20 abstenciones,
lo que fue celebrado por el diputado del Distrito 25, Daniel Lilayú (UDI), que
fue uno de los impulsores del libelo contra los magistrados por falta a la
probidad.
Para el parlamentario, los argumentos contra
ambos jueces “han sido lo suficientemente contundentes como para que una
abrumadora mayoría haya aprobado el libelo acusatorio, a pesar de los
subterfugios que muchos diputados oficialistas intentaron utilizar para impedir
la votación de hoy. Sin embargo, cuando se trata de temas tan delicados, como
tráfico de influencias y faltas de probidad, tenemos el deber de ejercer
nuestro rol fiscalizador, caiga quien caiga.”.
“A nuestro parecer, tanto la ministra
Vivanco, como el ministro Muñoz”, precisó Lilayú, “han excedido sus
atribuciones del cargo y se han cometido una serie de faltas a la probidad, que
ahora deberán ser analizados por el Senado, que hace las veces de jurado en las
acusaciones constitucionales”.
“Independiente de lo que ocurra en las otras
acusaciones constitucionales y los procesos que está llevando la Corte Suprema,
es de suma importancia destacar que como Poder del Estado, debemos siempre
velar que la Constitución y las leyes sean cumplidas por todos aquellos que
ostentan algún cargo en el Estado, especialmente si se trata de un juez de la
Corte Suprema, el máximo tribunal del país y donde sus ministros debieran ser
un ejemplo para el resto de los tribunales del país”, cerró el diputado Lilayú.
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