Por Aracely Cano Delgado. Enfermera y docente carrera Técnico en Enfermería
                                               Diplomado en Geriatría CFT Santo Tomás sede Osorno

Esta semana se conmemoró el Día Internacional del Adulto Mayor, una fecha que tiene gran sentido si nos detenemos a pensar en las proyecciones como país y el valor que hoy tienen las personas mayores en la sociedad.

Según las últimas encuentras, casi el 20% de la población chilena es adulta mayor y se estima que para el 2050 ese número se duplicará, esto sin duda me hace pensar en mi propio ciclo de vida, por ahí dicen que el tiempo no se detiene y todos vamos hacia el mismo camino.

Hoy para muchos un adulto mayor es sinónimo de fragilidad, de enfermedades, de polifarmacia, que son personas no productivas laboralmente, que pasado los 65 años ya no tienen intereses y no pueden aprender nada nuevo, que son individuos solitarios y viven añorando el recuerdo de sus mejores años, que les cuesta adaptarse a los cambios de la sociedad actual, y por lo tanto son muy inflexibles en su forma de pensar. Sin embargo, estos son mitos sobre la adultez mayor, y a mi parecer el más grave, es que ya no tienen interés en amar.

Tenemos la misión y obligación como miembros de la sociedad ir cambiando estas falsas aseveraciones sobre nuestros adultos mayores, si bien padecen enfermedades eso no es sinónimo de fragilidad, las personas de la tercera edad si tienen interés de aprender y la capacidad de integrar nuevos aprendizajes y conocimientos, e incluso volver a amar.

En más de algún hogar, el adulto mayor se transformó en el cuidador de las nuevas generaciones llenando de cuidados a los más pequeños de la familia y entregando sus enseñanzas.

Este día es para reflexionar sobre los adultos mayores que son parte de nuestro círculo familiar, pero también a pensar en aquellas personas de la tercera edad que se encuentran a nuestro alrededor, ya sea en algún lugar de trabajo, supermercados o tiendas, y también en aquellos adultos mayores que hoy viven en una situación más desvalida.

Las personas mayores son una fuente invaluable de sabiduría y experiencia, sin embargo, hoy enfrentan el aislamiento social, problemas de salud y la falta de atención adecuada, desafíos que intentan abordar las políticas públicas.