Uno de los lazos más
significativos entre madre e hijo/a se produce al dar pecho. Sin embargo, hay
mujeres que, por diversas razones, no pueden hacerlo, por lo que la elección de
una buena fórmula para lactantes es indispensable para el recién nacido, lo cual
debe ser determinado por un médico.
El acto de alimentar al
bebé, ya sea a través de la lactancia materna o la fórmula para lactantes, es
un momento fenomenal para fortalecer el lazo emocional entre la madre y el
hijo. Este proceso no solo es una nutrición esencial, también una oportunidad
única para compartir momentos de amor y cuidado.
“La leche materna es un
fluido biológico que contiene nutrientes que incluyen carbohidratos, proteínas,
grasas, vitaminas, minerales, enzimas digestivas y hormonas; además, es rica en
células inmunitarias y muchas otras moléculas bioactivas. Por otro lado, las
fórmulas infantiles están pensadas como un sustituto de la leche materna,
aunque debido a sus características únicas no es factible producir un producto
idéntico; generalmente se usa leche de vaca como base, y se agregan
ingredientes para imitar la composición de la leche materna humana, como
mezclas de grasas y hierro”, apunta el jefe de la carrera de Nutrición y
Dietética de la Universidad de O’Higgins, Juan Pablo Espejo.
Pero, ¿en qué casos es
aconsejable complementar la lactancia materna con la de fórmula? Juan Pablo
Espejo es enfático en que “hay casos especiales que justifican el uso de
fórmulas infantiles o bien fortalecer la leche materna con módulos, como es el
caso de los prematuros. Además, hay condiciones médicas en el lactante en las
que no se puede dar leche materna, como la alergia a la proteína de leche de
vaca; en este caso se deben usar fórmulas especiales no basadas en leche. Desde
la perspectiva de la madre, en caso de que su producción de leche sea
insuficiente para cumplir con la demanda del lactante también se justifica el
uso de fórmulas infantiles, pero tratando siempre de partir ofreciendo el
pecho y sólo después complementar con fórmula infantil”.
La fórmula para lactante
está diseñada para proporcionar a los bebés los nutrientes esenciales que
necesitan para un crecimiento y desarrollo saludables. Esta opción se convierte
en una solución valiosa para aquellas madres que no pueden amamantar por
diversas razones, brindándoles la tranquilidad de que su bebé está recibiendo
los elementos nutritivos necesarios.
“En general, las
fórmulas que encontramos en el mercado chileno son bastante similares en cuanto
a su aporte de calorías y cantidad de proteínas, carbohidratos y lípidos. Lo
que marca la diferencia entre marcas es la presencia de compuestos adicionales,
como ácidos grasos de cadena larga, los cuales son necesarios para el
desarrollo temprano del cerebro del lactante; no están presentes en todas las
fórmulas, así que mi consejo es elegir aquellas que contengan en sus
ingredientes ácido docosahexaenoico o DHA”, apunta Juan Pablo Espejo, quien
agrega que “opcionalmente, también elegir fórmulas que contengan prebióticos o
probióticos, ya que contribuyen a la salud intestinal del lactante; también se
pueden seleccionar fórmulas infantiles con un tipo de carbohidratos conocidos
como oligosacáridos de la leche humana o HMO, los cuales ayudan a proteger de
infecciones al lactante”.
La decisión entre la
lactancia materna y la fórmula para lactantes es personal y única para cada
familia. La clave radica en tomar decisiones informadas, respaldadas por el
apoyo y la orientación de profesionales de la salud, para garantizar que cada
bebé reciba la atención y nutrición adecuadas para su bienestar.
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