Fiscalizadores del Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura de la dirección regional en Atacama, detectaron a fines de 2020 una gran cantidad de algas barreteadas tendidas en playa. Como no había dueño de ese huiro negro, se identificó el recurso marcándolo ingeniosamente para así identificarlo posteriormente si aparecía en el abastecimiento de alguna planta elaboradora. Y efectivamente fue lo que ocurrió.

“Semanas después detectamos 722 kilos de huiro negro marcado por nosotros en una planta fiscalizada. Cuando exigimos la documentación se nos entregó acreditación de origen de unas algas correspondientes a la región del Maule, fue así que confirmamos entrega de información no fidedigna y abastecimiento sin acreditación de origen del recurso” explicó Claudio Ramírez, director regional (s) de Sernapesca Atacama.

La causa se tramitó en Tribunales de Caldera durante poco más de dos años, la sentencia definitiva fue favorable a Sernapesca, y la planta fue clausurada por un periodo de tiempo y condenada a pagar una millonaria multa. En otro procedimiento similar, Tribunales también fallaron a favor de Sernapesca y condenaron al pago de una multa de 510 UTM a otra planta elaboradora por reincidencia en abastecimiento de huiro barreteado en veda.

El sistema de marcaje o identificación de algas botadas en playa que realizaron fiscalizadores de SERNAPESCA, fue lo que permitió ganar las causas en Tribunales. “Esto lo implementamos el año pasado, porque al no tener dueño no tenemos a quien infraccionar, pero sabemos que hay una conducta transgresora en esto. El barreteo en nuestra zona está permitido, pero por un periodo y cantidad acotada. La tala indiscriminada de algas está afectando las praderas poniendo en riesgo su conservación y la de otros recursos hidrobiológicos que se alimentan de éstas” señaló Ramírez.

El innovador procedimiento de control que Sernapesca aplica junto a Armada y Carabineros está dando buenos resultados, y además se ha fortalecido el trabajo con más organismos de la Red Sustenta como PDI y Servicio de Impuestos Internos, para lograr desbaratar las redes de asociación en torno a la comercialización ilegal de recursos pesqueros.