La Biblioteca de las Mujeres que
reinauguró la Fundación Prodemu en 2022 dentro de sus dependencias (Agustinas
1389), y que es la primera biblioteca pública del país con enfoque de género
que se especializa en materias de feminismo, está realizando un taller de
escritura y creación en el Centro Penitenciario Femenino de Santiago.
La finalidad del taller de cuatro
sesiones, titulado “Letras en libertad” es contribuir a generar consciencia de
género en las internas que habitan este penal, además de promover la lectura y
la escritura como una herramienta para el empoderamiento, la resiliencia y la
reinserción social.
A través del fomento lector y la
animación sociocultural, la Biblioteca de las Mujeres busca -a través de
charlas, talleres o conversatorios- posicionarse como un agente cultural que,
además de tener una sede fija que permanece abierta a toda la comunidad y que
presta libros de manera gratuita, viaje a distintos territorios para
visibilizar y reivindicar el aporte que han hecho las mujeres y disidencias que
han sido relegadas/es a lo largo de la historia, a los ámbitos del conocimiento
y la literatura.
Prodemu es la única institución en
Chile que posee una biblioteca de estas características, y en esta ocasión
quiso escuchar y recopilar los relatos de género de las internas del Centro
Penitenciario Femenino de Santiago, como una forma de fortalecer el vínculo con
las mujeres privadas de libertad que la emergencia sanitaria de los últimos
años descontinuó.
En los últimos meses, Prodemu firmó
algunos convenios con Gendarmería para llevar sus programas a las mujeres
privadas de libertad. De esta manera quiere que ellas se sientan parte de esas
60 mil mujeres diversas con las que la fundación trabaja anualmente. En 2022
realizó dos talleres de Empoderamiento Personal en el Centro Penitenciario
Femenino de Arica; y en las tres provincias que componen la región de
Antofagasta, llevó a cabo talleres de “Cultura: Relatos de empoderamiento” y
“Cultura: expresión corporal”. Además, implementó jornadas informativas de
“Autocuidado” y “Derechos de las mujeres privadas de libertad”. Y llegó a un
acuerdo con la Escuela de Cadetes de Gendarmería de Chile, en la región
Metropolitana, para trabajar durante este 2023 en temáticas de género.
En lo concreto, el taller “Letras en
libertad” está trabajando con una veintena de mujeres en la Biblioteca del
Centro Penitenciario Femenino de Santiago desde el 17 de enero, y la actividad
se extenderá hasta febrero. A través del libro ilustrado “Florencia, la flor
más bella” de Daniella Contreras (el cual habla sobre una niña que, gracias a
las herramientas que lleva en su maleta, logra superar las dificultades con las
que se enfrenta) se convocó a las internas a compartir sus vivencias de género
y a resignificar sus historias de vida a través de la escritura.
Para eso, cada participante sacó al
azar algunos conceptos mencionados en el cuento para inspirarse: amor, alegría,
paciencia, sabiduría, coraje, fuerza y humildad. Y a partir de esos conceptos,
dio a conocer una experiencia en la que tuvo que emplear la herramienta que le
tocó en su vida, tanto adentro como fuera del recinto. Luego, comenzaron a escribir sobre cómo utilizan esos
valores en el presente que viven y muchas se emocionaron recordando a sus hijos
o familias. La primera sesión terminó con la lectura colectiva y voluntaria de
estos relatos. Asimismo, las participantes se llevaron a sus celdas la tarea de desarrollar en la semana un segundo
relato sobre cómo cargarán su “maleta de conceptos” en el futuro, los que
trajeron a la sesión de esta semana.
Las mujeres privadas de libertad
pudieron poner en común sus relatos terminados o narrarlos a viva voz. Quien
estaba ahí para escucharlas y recopilar sus historias fue la directora nacional
de Prodemu, Marcela Sandoval, quien es periodista de la U. de Santiago y además
de tener diplomados en género, investigación sicosocial, derechos de las
mujeres y participación política, hizo un Magíster en Literatura Hispanoamericana.
Dice Marcela Sandoval, directora
nacional de Prodemu: “Nosotras
partimos de la base de que todos los seres humanos somos narradores en
potencia. En ese sentido, no sólo queremos promover que las mujeres privadas de
libertad ocupen esta herramienta para favorecer su bienestar emocional, sino
que también queremos recopilar sus relatos para que estos puedan trascender el
encierro. Hemos venido con una ‘maleta’, y las letras que surjan acá viajarán
hasta nuestra Biblioteca de las Mujeres para que puedan estar a disposición de
todas aquellas que la visiten y quieran conocer cómo se vive el género al
interior de esta cárcel. A pesar de que hoy somos el segundo país de América
del Sur con mayor proporción de mujeres privadas de libertad (3.308,
de acuerdo a datos de Gendarmería en diciembre de 2022), y de que se calcula que cerca del 80% de ellas
son madres y jefas de hogar, sabemos que estos espacios no están creados ni
pensados para ellas, como lamentablemente constatamos al saber de una mujer que
parió a su hija en un pasillo de la cárcel de San Miguel”.
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