Por Arturo Ayres Pinto

Director carrera de Psicología

Universidad Santo Tomás Osorno

 

En la actualidad, nuestra sociedad se encuentra tensionada con diferentes procesos sociales, económicos, salud pública y políticos. En ese contexto nos agobian diversas situaciones que destacan negativamente en nuestra realidad, como son la violencia- en distintos ámbitos y niveles (especialmente en el contexto escolar)-, la delincuencia, teniendo como ejemplo emblemático, los portonazos, entre otros. En general, se vive un ambiente pesimista que puede reforzar la mirada desesperanzadora de la juventud con mucha incertidumbre y no muchos recursos para hacerle frente, todo acompañado de un contexto de pandemia que limitó el proceso formativo de nuestros jóvenes.

Uno de los elementos que se ha relevado en forma transversal es la salud mental, en términos de otorgarle la importancia y recursos necesarios para enfrentar las problemáticas de nuestra sociedad.

En esa misma línea, pero haciendo énfasis en la mirada preventiva, está la promoción del desarrollo de recursos personales para enfrentar los diversos desafíos que nos pone el contexto actual. Desde la Psicología Positiva surge el concepto de Capital Psicológico (CP) que es definido como un estado psicológico positivo de desarrollo personal caracterizado por: tener confianza en sí mismo (autoeficacia) para emprender y dedicar el esfuerzo necesario con el propósito de lograr el éxito en tareas retadoras; hacer atribuciones positivas (optimismo) sobre los sucesos presentes y futuros; perseverar hasta el cumplimiento de objetivos y reorientar las trayectorias de éstos si fuera necesario (esperanza) para tener éxito, y como último, ante situaciones problemáticas o adversidades, mantenerse y recuperarse (resiliencia) para lograr el éxito (Luthans, Youssef–Morgan & Avolio, 2015).

Actualmente en la Universidad Santo Tomás, en la carrera de Psicología de las sedes de Osorno y Puerto Montt, se está implementando un Proyecto de Innovación con el fin de fomentar el Capital Psicológico en los estudiantes universitarios, a través de un entrenamiento en Optimismo, Resiliencia, Esperanza y Autoeficacia. La investigación reciente confirma el rol del Capital Psicológico en una serie de variables relacionadas al bienestar y desempeño académico, (Luthans et al. 2012).

Por tanto, los resultados del estudio permitirán determinar el efecto de la intervención y su potencial aplicabilidad en diversos contextos. Es nuestra obligación promover este tipo de iniciativas que nos ayudan a centrarnos en potenciar los recursos de los jóvenes y dando una mirada optimista y esperanzadora del futuro.