“Fue un gran desafío”, así resumió la Seremi Olga Barbosa su trabajo en la instalación de la primera Seremi de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación de la Macrozona Sur. Esto en el contexto de la realización de un conversatorio que reunió a algunos de los principales actores del ecosistema CTCI de La Araucanía, Los Ríos y Los Lagos, siendo una oportunidad propicia, además, para dar a conocer un documento que sintetiza los principales puntos de su gestión desde el año 2019 a la fecha.

 

La dificultad de instalar una seremi macrozonal inédita y en contexto de pandemia; el rol de vincular al sector académico, al mundo privado, al sector público y a los emprendimientos de base científica tecnológica; y el desarrollo de la primera Política de igualdad de Género, entre muchos otros, son algunos de los desafíos que la Secretaría Regional Ministerial destacó en el encuentro, agregando además que “esto no hubiera sido posible sin el trabajo y apoyo conjunto y colaborativo del sector académico, el mundo privado y de las organizaciones sociales. Estoy segura que como ministerio hemos construido bases sólidas para una institucionalidad científica que haga de Chile no sólo un país más desarrollado si no también más justo”. El documento titulado "El desafío de la instalación de la primera Seremi de CTCI de la Macrozona Sur", puede ser descargado en www.minciencia.gob.cl/macrozonas/macrozona-sur/.

 

Con respecto al conversatorio, la Seremi Olga Barbosa, señaló que “era importante realizar un evento que además permitiera reflexionar sobre las metas y expectativas del ecosistema CTCI de las tres regiones, y por ello se creó este encuentro al que llamamos precisamente “Conecta 2022: Desafíos para la CTCI en la Macrozona Sur” e invitamos a actores reconocidos en estos temas y que desde sus veredas pudieran entregar sus particulares miradas”. Los participantes a este panel de conversación fueron Marisol Barría, representante del programa Ciencia 2030; Franklin Valdebenito, director de Nodo Conexión Sur, y Robert Cercós, cofundador de la empresa Spike.

 

“En el Nodo Conexión Sur estamos muy agradecidos con la participación de la Seremi de CTCI de nuestra Macrozona, pues no sólo se ha vinculado activamente en la gobernanza a través del Comité de Coordinación de nuestro Nodo sino también ha apoyado un nuevo proyecto que tiene por objetivo fortalecer la vinculación territorial de la ciencia, la tecnología, el conocimiento y la innovación y cómo desde allí construimos territorios más sostenibles. El conversatorio que se desarrolló hoy precisamente habla de esto, es decir, de generar espacios para vincularnos y fortalecer la ciencia que se levanta desde las regiones y los desafíos que enfrentamos para ello”, explicó Franklin Valdebenito, director de Innovación y Transferencia Tecnológica de la Universidad de la Frontera y director de Nodo Conexión Sur.

 

Por su parte Marisol Barría, encargada de Vinculación con el medio de la Facultad de Ciencias de la Universidad Austral de Chile e integrante del equipo Gestión del Cambio y Liderazgo Femenino, Ciencia para la innovación 2030, UACH Consorcio Sub-antártico 2030, explicó que “este espacio es una invitación a dialogar sobre los desafíos de CTCI en la región, donde es clave desarrollar y fortalecer las capacidades locales para promover la innovación con base científica y tecnológica, y fomentar los espacios de participación  y liderazgo de mujeres en ciencia, tanto para la implementación de la política CTCI como la consolidación del ecosistema respectivo en el territorio, y que de hecho, desde el Ciencia 2030 estamos abordando en un trabajo conjunto con las universidades del consorcio estos mismos temas”.

 

Finalmente, Robert Cercós, miembro del Consejo de Ciencia y Tecnología de Los Ríos, y co fundador de Spike, empresa que nació en el sur de Chile y que desarrolla soluciones basadas en datos, destacó que “instancias como estas permiten reflexionar sobre la alta concentración de talento, capacidades y conocimiento de profesionales en ciencia y tecnología en el sur de Chile, y de instituciones que generan investigación de clase mundial como el Centro de Estudios Científicos y la Universidad Austral de Chile. Sin embargo, estas instancias también nos obligan a pensar en conjunto en la importancia de modernizar y resolver la precariedad laboral asociada al ecosistema de ciencia”.