Esta semana se dio a conocer el informe con que la Mesa Directiva respondió el Recurso de Protección presentado por los Convencionales de Chile Libre, a propósito de la votación de más de mil indicaciones de los reglamentos, sin tiempos de deliberación.

 

Entre sus argumentos, la Mesa señala que la Convención Constitucional es un órgano que goza de autonomía, y que está en condiciones de darse a sí misma sus propias normas. Al respecto, Harry Jürgensen señaló que “la Convención no está por sobre los derechos fundamentales. De hecho, ni la Convención, ni órgano alguno del Estado, está por sobre los derechos fundamentales, consagrados –además- por Tratados Internacionales. La libertad de expresión es un derecho humano, y a pesar de que es parte esencial de nuestra función, a nosotros se nos ha impedido ejercerlo”.

 

El texto presentado por la Convención Constitucional, señala también que ningún derecho puede ser ejercido de manera irrestricta, y que “no existe un agravio ni necesidad real de tutela urgente”. Rocío Cantuarias, Abogada que alegará el recurso y Convencional por la Región de Bío Bío dijo acerca de este punto: “es cierto que ningún derecho puede ejercerse de manera irrestricta, pero acá no se trata de que hubo poca discusión, es que simplemente no la hubo; y si esto no se resuelve, el proceso puede tener un vicio de origen insubsanable”.

 

El Recurso de Protección presentado por los Convencionales de Chile Libre- el ala más dura de la derecha dentro de la Convención- es hasta ahora, el único que ha pedido la tutela de la libertad de expresión como bien jurídico protegido no solo por la Constitución vigente, sino también por la legislación internacional.

 

Teresa Marinovic, por su parte, manifestó que “ya no se trata solo del reglamento: los tiempos en que se están discutiendo los derechos fundamentales también son una burla: la discusión, el debate, no es solo una posibilidad, es un derecho, nuestro y de quienes nos eligieron”.

 

Tanto Martín Arrau, ex Intendente de la Región de Ñuble y Convencional por esa misma zona, como Ruth Hurtado, de La Araucanía, cuestionaron por su parte la tardía respuesta de la mesa, que se produce semanas después de haber sido notificada del recurso.

 

Arrau señaló que “la tardía respuesta de la Mesa ratifica lo que venimos diciendo. Hacia fuera se aparenta un debate amplio e inclusivo, pero en la práctica, el reglamento se aprobó con la exposición de un solo convencional, con un límite de 2 minutos por cada norma que se sometía a votación. Un chiste, porque se sacrifican tiempos de discusión, mientras perdemos días enteros en elecciones y materias que no son de nuestra competencia”. En la misma Línea, Hurtado afirmó que “hoy somos nosotros los que vemos limitados nuestros derechos fundamentales. No queremos que mañana sean los ciudadanos”.